En 1936 al conmemorar el segundo centenario de aquella misión en San Antonio de Pichincha a pocos kilómetros de Quito se construyo un monumento donde los científicos franceses del siglo XVIII determinaron que era el paralelo cero o ecuador, en la actualidad este monumento es muy visitado por todos los turistas por considerar que es la mitad del mundo y el lugar donde se puede pisar los dos hemisferios al mismo tiempo.
Pero en 1997 se descubrieron las ruinas en la cima de una montaña aparentemente insignificantes de un muro semicircular específicamente se trataba del monte Catequilla, ubicado a unos 300 metros al norte del monumento de la mitad del mundo, utilizando tecnologías actuales como el GPS el investigador Cristóbal Cobo descubrió que uno de los muros de las ruinas esta precisamente sobre el ecuador y lo sorprendente es que al trazar una línea entre los dos extremos del muro se crea un ángulo 23,5 grados con el ecuador que ese es casi con exactitud el ángulo de inclinación del eje de la tierra, además un extremo de ese muro señala por donde sale el sol durante el solsticio de diciembre y el otro por donde se pone el sol durante el solsticio de junio.

Pero hubo más descubrimientos como el de determinar que desde la cima del monte se miran las ruinas de las pirámides de Cochasqui y están alineadas en un ángulo que coincide con la salida del sol en el solsticio de junio y también Pambamarca otro yacimiento arqueológico se encuentra en un ángulo que coincide con la salida del sol en el solsticio de diciembre y así otras construcciones representativas cumplen los mismos parámetros de alineamiento solar, el proyecto Quitsa-To es el que se dedica a estas investigaciones y ha llegado a interesantes conclusiones una de ellas es descubrir como aquella civilización antigua logro ubicar ese punto y alinear los muros con tal precisión, pues es por la cuidadosa observación de sombras y por la ubicación privilegiada del monte desde donde se observan dos volcanes coronados de nieve, el Cayambe y el Antisana que sobrepasan los 5000 metros de altura y se constituyen en señales visibles muy útiles para vigilar el movimiento del sol.
Por lo tanto Catequilla bien merece el nombre de la verdadera mitad del mundo pues no hay ningún otro lugar en la línea ecuatorial que ofrezca todas las ventajas de observación astronómica a mas de 3000 metros sobre el nivel del mar, y quienes descubrieron el lugar se cree que fueron tribus indígenas como los Quitu o los Cara que habitaron estos lugares hace mas de 1000 años, y lo utilizaron para elaborar calendarios solares útiles para la agricultura o simplemente como un lugar de adoración al astro rey que lo consideraban como un díos.
Los solsticios se producen entre el 20 y 22 de junio cuando el sol sale por su punto mas septentrional -23,5 grados al norte del ecuador y entre el 20 y 23 de diciembre cuando el sol sale por el punto mas meridional -23,5 grados al sur del ecuador. En cambio cuando la tierra alcanza el punto medio entre los solsticios los rayos del sol caen perpendicularmente sobre el ecuador y este fenómeno de denomina el equinoccio y se produce sobre el 20 de marzo y el 21 de septiembre y es cuando al medio día el sol esta en su cenit sobre el ecuador y ningún objeto proyecta sombras y eso ocurre precisamente en el monte Catequilla.
Paul Villavicencio
MeBA Universidad de Zaragoza
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