Visita a París

Al día siguiente de haber estado en la ciudad donde se jugó la primera semifinal del mundial entre Alemania e Italia, partí con rumbo a París pero tuve que esperar mas de dos horas en el aeropuerto debido a un retraso del vuelo por una fuerte granizada que soporto Dortmund durante la tarde, después de un vuelo relativamente corto y tranquilo llegue a París ya entrando la noche algo no previsto inicialmente, pero ventajosamente durante el vuelo logré hacer amistad con dos jóvenes Mexicanos los cuales al llegar a París me ayudaron a tomar el metro para llegar a la estación central de la ciudad, justamente al momento de salir de la estación se terminaba la segunda semifinal del mundial entre Francia y Portugal, lo cual se convirtió en una locura ya que estaba en la capital del país que clasificaba a la final del mundial, toda la gente salía a las calles a festejar el triunfo, fue una noche un poco agitada por los festejos pero ventajosamente logré conseguir un hotel para pasar la noche, al día siguiente aproveche para recorrer la ciudad y admirar la hermosura de una ciudad llena de esplendor y glamour, la capital mundial de la moda donde se pueden encontrar las mas lujosas boutiques, pero al mismo tiempo llena de arte y cultura que se refleja en sus catedrales, edificios, monumentos, parques, avenidas, piletas, puentes sobre el río Sena, en fin innumerables sitios que pueden inspirar a cualquier artista a crear sus mejores obras, cada parque es una galería de arte plagada de artistas de diferentes nacionalidades que han encontrado en esta ciudad un rincón para hacer aflorar sus cualidades y habilidades artísticas.

París es una ciudad que atrae no solo por su hermosura sino por su contraste entre modernismo y antiguedad, la gran afluencia de turistas la convierte en una de las ciudades mas visitadas de Europa, tiene tantos atractivos que se necesitan varios días para conocer todo su patrimonio cultural y artístico, los dos días que pase en la ciudad los aproveche al máximo para conocer y disfrutar de su belleza, es una ciudad donde uno siempre desea volver pero acompañado de ese ser amado por que es un lugar digno de compartirlo y admirarlo, junto al Río Sena hay parajes propicios para hacer aflorar nuestro romanticismo, hacer un paseo por barco es un verdadero placer ya que permite contemplar muchos museos y edificios que estan afincados a orillas del río y principalmente observar la Torre Eiffel en su máximo esplendor, yo tuve la suerte de estar en la noche en esos lugares y es una experiencia inolvidable, mirar la torre llena de luces como si fuera un árbol de navidad es algo espectacular, por algo dicen que París es la ciudad de la luz y no se equivocan pues cada rincón esta lleno de luces que resaltan la belleza de la ciudad.

Realmente fueron unos días maravillosos los que pase en esta ciudad, pero como todo viaje llega a su fin después de visitar la Catedral de Notre-Dame que fue el ultimo lugar que visite, me dirigí nuevamente a la estación centra de ferrocarriles para tomar el tren que me llevó a la ciudad de Beauvais donde debía tomar el vuelo de retorno a Barcelona y posteriormente a Zaragoza mi destino final.

Paul Villavicencio
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